Menú

California

Siguiente parada: Los Ángeles.

Tan sólo voy de paso, ya que aquí hago escala antes de cruzar el Pacífico rumbo al Sudeste Asiático. Llego a Los Ángeles, así que voy a aprovechar para visitar su campo de estrellas en el bosque sagrado, también conocido como Hollywood.

Itinerario:
   LOS ÁNGELES - Hollywood.
Fechas: 27 de septiembre - 29 de septiembre de 2016.
Libro recomendado: "El Gran Gatsby". F. Scott Fitzgerald. 1925.
Canción: "The House of the Rising Sun" de The Eagles.





LOS ÁNGELES


   Aún no sé muy bien por qué decidí pasar por estados unidos en este viaje, en principio era pura practicidad, me convenía hacer escala ahí ya que el vuelo para Bali salía mucho más barato que si iba desde México directamente. 

Lo cierto es que siempre tuve mis reservas en cuanto a los americanos, quizás sea mera rebeldía hacia la fuerza dominante. La invasión yanqui es un hecho, vivimos en una sociedad americanizada, lo cual me produce cierto resquemor. Pero, una vez más, este viaje me está enseñando a dejar de lado los estereotipos y pararme a conocer antes de juzgar. He defendido muchas veces la postura del llamémosle "antipatriotismo": no elegimos dónde nacemos, por tanto me parece absurdo defender tu tierra a capa y espada, ensalzarla y repetir que lo tuyo es lo mejor. ¿Acaso conoces el mundo entero para afirmar que no hay nada mejor que tu país? 

Y ahora es cuando he visto la diferencia, el lado bueno de ese sentimiento nacionalista. Los estadounidenses están orgullosos de su tierra, y este sentimiento les mantiene unidos. Se sienten hermanos, se protegen entre ellos, se cuidan y apoyan porque son hijos de la misma patria. En ese punto es donde deberíamos aprender de ellos, valorar lo que tenemos, compartir esa sensación de unidad fraternal, aquello que nos hace iguales. Siempre pensé que los americanos eran pedantes y orgullosos, pero al pasar un día aquí, al vivirlos de cerca me doy cuenta de que son un pueblo abierto, amable, que te recibe de brazos abiertos y te enseña lo bonita que es su ciudad. Ellos están felices siendo parte de los estados unidos, se enorgullecen de vivir aquí y alaban su país y lo defienden por encima de todo. Sobra decir que hay de todo como en todos lados, y que ésta es mi opinión subjetiva y personal. 

Tras un increíble mes en México y una despedida inolvidablemente emotiva, de pronto me veo caminando por las calles de Los Ángeles, mirando al suelo y descubriendo las estrellas que forman el firmamento Hollywoodiense del Paseo de la Fama. John Travolta, Fred Astaire, Grace Kelly, Groucho Marx, Alfred Hitchock, Nicholas Cage, Marilyn Monroe, Michael Jackson... y una interminable lista de héroes modernos ante la cual me absorto durante horas. Todos ellos son nuestros Da Vinci particulares, nuestros gladiadores, por los que demasiada gente suspira, aquellos que viven los sueños de muchos otros. Estoy inmersa en un mar de flashes, mansiones, alfombras rojas, luces y decorados... estoy de nuevo en el presente, atrapada en la modernidad y en la vorágine capitalista. Y ¿por qué no? he de admitir que me gusta, que me siento cómoda (aunque sólo sea por un rato) siendo una chica del siglo XXI que se hace fotos con la estrella de Johnny Depp y se come una hamburguesa mientras escucha el Hotel California de The Eagles. ¿Acaso soy superficial por hacerlo, acaso estoy vacía o soy peor persona? Creo que ambos mundos son perfectamente compatibles, puedes serel ser más espiritual del mundo metida en un Temazcal en Chiapas con un chamán, pero no pierdes tu integridad por asombrarte al ver la estrella de Orson Welles. 




Y tras este día de autógrafos y prensa rosa, creo que estoy preparada para tomar un avión, cruzar el Pacífico y aventurarme en tierras Indonesias.
El paraíso perdido me espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario